La butaca y las lámparas Arno, diseñadas para Natevo, tienen en común el uso peculiar de la piel, la recuperación de las antiguas técnicas de curtido de la tradición florentina. Por eso elegí este nombre, el del río donde, desde la Edad Media, se dejaban las pieles en remojo antes de curtirlas. Quería combinar tradición y modernidad con un lenguaje contemporáneo acorde con las sugerencias del pasado.
Matteo Nunziati